“Estamos aquí para sanarnos unos a otros y a nosotros mismos. No una sanación como en la recuperación física, sino una sanación mucho más profunda. La sanación de nuestros espíritus, de nuestras almas.”

Elisabeth Kübler-Ross.

Varios autores han propuesto diversas clasificaciones o posturas para tratar de entender mejor el proceso de duelo; sin embargo, de manera tradicional se hace referencia al modelo de cinco etapas de la doctora, Elisabeth Kübler-Ross. Existen otros autores como, William Worden quien ubica el duelo como un proceso activo donde el doliente participa a través de tareas de duelo; y más recientemente, García-Cambayo habla de ocho componentes de duelo. 

La doctora Elisabeth Kübler-Ross, quien dedicó gran parte de su tiempo a trabajar con enfermos terminales, identificó que ante la noticia de no haber tratamiento curativo para ellos y encontrarse cercanos a perder la vida, atravesaban ciertos estadios o etapas comunes, ante la inminente pérdida de la vida. Considerando su investigación, Kübler-Ross desarrolló la teoría de las cinco etapas del proceso de duelo, publicada en 1969 en su libro, Sobre la muerte y los moribundos.

¿Quién fue Elisabeth Kübler-Ross?

Elisabeth Kübler-Ross nació el 8 de julio de 1926, en Zurich, Suiza. En 1957 se graduó como médico, de la Universidad de Zürich y, posteriormente, en 1963, obtuvo su especialidad en el área de psiquiatría, por la Universidad de Colorado, Estados Unidos. Fue pionera en proponer cuidados paliativos para los enfermos terminales y en realizar estudios sobre la muerte considerando que ésta debería afrontarse con serenidad e incluso con alegría. Falleció el 24 de agosto de 2004. Debido a sus aportaciones, en 2007 fue incluida en el Salón de la Fama Nacional de Mujeres de Nueva York. 

Las cinco etapas del duelo, Kübler-Ross

  1. Negación: Es una etapa de incredulidad y defensa temporal del individuo para evitar el dolor de la perdida y no colapsar ante la noticia recibida. Esto sucede porque la razón, al no poder comprender lo sucedido, se evade por algunos momentos, recibiendo únicamente la información que considera capaz de soportar. La negación puede ser verbal o conductual. Es decir, hay ocasiones que la persona reconoce, con palabras, la muerte, pero, actúa como si no pasará nada. Durante esta etapa se presentan un sinnúmero de preguntas como: ¿Es cierto? ¿Por qué? ¿Cómo puede estar sucediendo? ¿Será un error? 
  2. Ira o Enojo: En esta etapa la que la persona se siente molesta, enojada e incomoda con lo sucedido. Puede manifestar su enojo de varias maneras y contra diferentes objetivos como: el fallecido, sus familiares, los médicos, Dios o contra sí mismo; incluso contra mascotas y objetos. Los familiares o personas cercanas al doliente tendrán que ser muy empáticos y evitar sentir la agresión de manera personal y enfrascarse en peleas infructíferas. Será importante también, mantenerse pendiente de que estas manifestaciones de molestia, útiles para comprender lo sucedido, no se conviertan expresiones  violentas que puedan poner en riesgo al doliente o a otras personas. 
  3. Negociación: Quien esta pasando el proceso de duelo, siente la esperanza de revertir el momento doloroso. Busca llegar a un acuerdo con la vida, con Dios, con el Universo, con los médicos y con todo aquel de quien crea poder obtener algún beneficio o tiempo para no perder al ser amando, el empleo, la salud, la vida, etc.
  4. Depresión: No debe entenderse como una manifestación de enfermedad, sino como una etapa en la que la persona se retrae y se aleja de los otros.  En esta fase se presentan: llanto, tristeza y silencio, pues es el momento en que el doliente se enfrenta con el presente, la realidad y con todo lo que  representa. Aunque sigue buscando respuestas ya no lo hace desde el enojo. Trata de entender la situación y reajustarse a ella, viviendo el dolor que le provoca la pérdida. 
  5. Aceptación: El doliente terminar por aceptar la pérdida. Empieza a sentir un poco de paz, comienza a retomar la vida, se reactiva e inicia, poco a poco, nuevamente la funcionalidad, hasta volver a experimentar alegría y placer.  Cuando hablamos de enfermos terminales en esta etapa la persona se encuentra en paz y deja de luchar con la muerte.

En su teoría, la doctora no indica que las cinco etapas se produzcan, una después de otra, como evolución del proceso de duelo, sino, más bien, como etapas de referencia para entender los momentos que puede vivir una persona desde que recibe una noticia dolorosa hasta su aceptación. Esto significa que la persona podrá o no, atravesar las cincos etapas.

Transitar el camino del dolor por haber perdido a un ser querido o algo preciado, generalmente nos conecta con otros seres empáticos, que desde el amor nos acompañan en éste tramo de la vida, permitiéndonos momentos de soledad sin estar abandonados. El duelo no es un sendero sencillo, pero una vez transitado podremos iniciar un nuevo camino, mirando a la vida con valor para disfrutar de cada momento; llevando lindos recuerdos en la mente y a nuestros grandes amores en el corazón. 

Referencias bibliográficas

Elisabeth Kübler-Ross psiquiatra, escritora y pionera en tantología. Fundandación Elisabeth Kübler-Ross https://fundacionekr.org.mx/biografia-elisabeth-kubler-ross/

Instituto Mexicano de Tanatología. (2011). ¿Cómo enfrentar la muerte? Tanatología. Ed. Trillas. 

Kübler-Ross, E. (2013). Sobre la Muerte y los Moribundos. México. Debolsillo.