“Si acepto lo que ocurre puedo dejar de preocuparme o lamentarme y centrarme en la realidad.”

Stella Maris Maruso

El diagnóstico de una enfermedad seria genera en el paciente y su familia preguntas difíciles de responder y emociones complejas que, muchas veces, no se alcanzan a comprender. Es común que los afectados sufran temor, ansiedad, tristeza, frustración, desesperanza, desasosiego, entre otras afecciones, las cuales pueden mermar considerablemente el bienestar mental y emocional tanto del enfermo como de sus allegados.

La enfermedad hace evidente nuestra propia fragilidad y finitud, y nos llena de dudas y preocupaciones. Algunas de las preguntas que surgen con frecuencia son:

• ¿Por qué a mí?
• ¿Cómo enfrentar esta realidad?
• ¿Podré salir adelante?
• ¿Cómo afectará a mis seres queridos?, etc.

Padecer una enfermedad crónica, degenerativa u oncológica implica realizar cambios importantes en el estilo de vida, en todas sus áreas y facetas: familiar, escolar y/o laboral. Este tipo de padecimientos suelen afectar también a los miembros más cercanos al enfermo, motivo que genera en el paciente nuevas preocupaciones y sentimientos que le pueden consternar. A su vez, la familia sufre su propio proceso de asimilación, en el cual, sus miembros pueden manifestar, angustia, pánico, coraje, etc. Por estos motivos, enfrentarse a una enfermedad es difícil y complicado, no solo para el enfermo, sino también para sus seres queridos. 

En esta realidad es prioridad darle al paciente la mejor atención médica posible y ayudarle a realizar los cambios que requiera para poder llevar una vida de calidad. Del mismo modo, es esencial procurarle apoyo psicológico, pues puede verse gravemente afectado a un nivel emocional, mismo que, si no se atiende, puede provocarle serios problemas que afecten su recuperación e incluso devengan en una depresión. La terapia le ayudará con su proceso de asimilación, comprensión y adaptación a su condición.

Es importante señalar que las personas más cercanas también pueden necesitar apoyo emocional, ya que suelen sentirse igualmente afectadas y tienen que llevar su propio proceso de comprensión, aceptación y adaptación a la nueva situación.

En estos casos iniciar una terapia tanatológica resulta muy beneficioso. El apoyo de un especialista ayudará al enfermo y sus familiares, a:

• Asimilar y afrontar el diagnóstico.
• Confrontar el tratamiento.
• Tomar decisiones.
• Facilitar la comunicación familiar y manejar los cambios al interior de la misma.
• Adaptarse a un nuevo estilo de vida
• Enfrentar una posible recaída, entre otras. 

Recuerda que el buen estado emocional y mental genera importantes beneficios para el enfermo y sus familiares.

Si requieres apoyo psicológico para afrontar tu enfermedad o la de un ser querido, acércate a nosotros. Te ayudaremos a enfrentar esta difícil situación.