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¿Cómo afrontar el duelo tras la muerte de mamá?

Duelo muerte de una madre

La relación que tuviste con tu mamá es única, aun si tienes hermanos o hermanas; cada uno de ustedes creó con ella un vínculo especial, por ello, a pesar de que se trate de la misma persona, cada uno vivirá su duelo de modo diferente. 

Las emociones y sensaciones que se viven tras la muerte de una madre son muy diversas. Esto se debe a varios factores: si te llevabas bien o mal con ella, si tenían una relación unida o distante, si antes de su muerte discutieron por algún motivo, si existían resentimientos, si su fallecimiento fue consecuencia de una enfermedad o un accidente, etc. Cada situación generará un duelo distinto que debe ser abordado de manera especial. 

Esta ocasión me centraré en hablar del duelo tras la muerte de una madre muy querida y con quien se tenía una relación muy estrecha. Posteriormente procuraré escribir sobre el duelo tras la muerte de una madre con quien existían diferencias o distanciamientos, ya que en esa situación también se puede sufrir bastante. Es importante que sepas que, más allá de cómo era tu relación con ella, la pérdida de una madre resulta comúnmente dolorosa y aunque su fallecimiento tiene mayor impacto en adolescentes e infantes (debido a que necesitan más de sus cuidados), ello no implica que como adultos estemos exentos de sufrir esta pérdida. 

¿Por qué duele tanto perder a una madre?

La madre es una de las personas más importantes en nuestra vida, ya que desde el primer instante de nuestra existencia estuvo presente. Con ella convivimos aun antes de nacer y es ella, principalmente, quien se encarga de alimentarnos y cuidarnos durante nuestros primeros años. Con ella creamos el primer vínculo afectuoso; así, desde el primer instante, nos acostumbramos a su presencia, a sus cuidados y cariño, por ello tener que vivir sin ella puede generarnos un enorme vacío en el corazón. Por primera vez en tu vida te encuentras en un mundo en el que ella no está. Esa realidad había sido hasta ahora desconocida para ti, lo cual puede generarte sentimientos de angustia, soledad, abandono, desamparo, injusticia, entre otros.

Sumada a la estrecha relación que de manera natural se crea entre madre e hijo, nuestra sociedad ha generado una imagen materna con un peso muy importante. Muchas familias se mantienen unidas en torno a la madre, por lo que al morir ella suele haber desunión o conflicto. 

Por otra parte, es común que este duelo resulte muy difícil para quienes crecieron teniendo a su madre como único apoyo, siendo ella quien los cuidó y sacó adelante. Del mismo modo, el sufrimiento es muy grande en aquellos casos en los que, por diversos motivos, la madre, además de ejercer el papel de progenitora desempeñó el papel de confidente y amiga, de consejera y cuidadora, de maestra y guía, e incluso de roommate (compañera de hogar). En estos casos se configuran relaciones muy estrechas, por lo que tras su muerte, no solo queda vacío el lugar de mamá, sino también el de la mejor amiga… el de compañera de vida.

Aunque parezca peculiar, es frecuente que los primeros días e incluso semanas tras el fallecimiento de tu mamá, sean relativamente sencillos de pasar, pues la mente no ha logrado asimilar el suceso, además de que se ha mantenido ocupada con los servicios funerarios y rituales religiosos, e incluso con familiares y amigos que suelen hacerse presentes en esos momentos; sin embargo, tras el paso de los meses, la ausencia se va haciendo más notoria y difícil de sobrellevar, pues al volver a la rutina es cuando realmente nos damos cuenta de que nos hace falta, de que extrañamos sus consejos, su amor incondicional, su sonrisa al vernos llegar, e incluso su deliciosa comida o su abrazo. 

Día de las madres y otras fechas especiales sin mamá

Las fechas importantes como su cumpleaños o el tuyo, el Día de las madres, Día de muertos, Navidad o Año nuevo, suelen ser aún más difíciles de pasar tras su fallecimiento, sobre todo el primer año, pues ante tales acontecimientos solemos hacer festejos especiales en los que su ausencia se hará evidente, pues faltará su plática, su comida, su cariño, etc. 

Seguramente para tu mamá no existía nadie mejor que tú. Ella era tu más fiel seguidora, la que siempre te echaba porras y apoyaba, quien te escuchaba en cualquier momento y a quien podías pedirle consejo en cualquier situación, con quien sabías que podías contar de manera incondicional. Sin importar tu edad es muy probable que tu mamá siguiera procurándote y cuidándote e incluso consintiéndote. Estoy segura de que te recibía con una sonrisa y le alegraba saber que estabas bien. Por ello, hoy que ya no está la echas tanto de menos y sobre todo el Día de las madres

Sin embargo, el hecho de que tu madre ya no esté, no quiere decir que no puedas honrarla en fechas especiales. Llévale flores; escríbele una carta de agradecimiento; prepara sus recetas y comparte anécdotas con tu familia; cuéntales de ella a tus propios hijos o sobrinos (si los tienes); escucha canciones que le gustaban y recuerda cómo era cuando estaba contenta; de acuerdo a tu fe, realiza alguna oración en su nombre o enciende una vela; mira fotografías y recuerda todos los momentos que compartieron. 

Lo más importante es que cuando se acerquen este tipo de festejos hagas lo que tu corazón te dicte. Piensa qué te gustaría: si prefieres pasar el día en soledad o en compañía, y hazle saber tus deseos a tus seres queridos. Si te parece una buena ocasión, organiza algo con las personas que la conocieron; pueden ser tus hermanos, hijos, primos, tu papá, amistades, etc.

Consejos para sobrellevar la muerte de una madre

Finalmente quiero ofrecerte algunos consejos para sobrellevar tu duelo tras esta enorme pérdida. 

Algunos libros que te pueden servir

Los libros también son de gran ayuda en los momentos de dolor. Te recomiendo algunos títulos que te pueden facilitar tu tránsito por este proceso. Haz clic sobre los mismos para leer su descripción, o adquirirlos.

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