Vivir un aniversario o fecha importante como el 14 de febrero (San Valentín), día de muertos o Navidad, después del fallecimiento de tu pareja, puede generar mucha tristeza y reavivar el dolor de tu pérdida.

La muerte de la pareja es una de las más difíciles de aceptar, pues son los seres con quienes decidimos formar uno de los vínculos de amor más grandes; es con quien compartimos la mayoría de nuestros sueños y proyectos, y con quien planeamos nuestra vida. Al morir la pareja no solo se pierde a un ser amado, también las ilusiones y las esperanzas de realizar en conjunto los anhelos que tenían. Por ello, perder al compañero o compañera de vida destroza el corazón y puede provocar duelos muy difíciles de sobrellevar. 

Es muy común que el fallecimiento de la persona con quien decidiste formar una familia genere que sientas que tu propia vida ha perdido todo sentido, pues su futuro en conjunto se ha visto truncado irreparablemente. También es normal que te sientas enojada o enojado por todas las cosas que piensas que te faltaron vivir con esa persona; que te angusties y no sepas cómo seguir adelante; que sientas miedo de tener que continuar sin su apoyo y presencia. Por ello, quiero invitarte a reflexionar un poco.

Piensa por un momento lo siguiente: si las cosas hubieran sido al revés y tu pareja continuara viva, pero tú hubieras fallecido, ¿cómo te gustaría que viviera esta experiencia? Estoy segura de que desearías que tratara de seguir adelante y que no se ahogara en la tristeza, pues nadie que nos ame quisiera vernos sufrir, mucho menos por siempre. Claro que este simple pensamiento no hará que deje de doler, pero puede ayudarte a trabajar tu duelo y motivarte a salir adelante.

Aceptar la muerte de tu pareja no implica que dejes de amarle, ni que vayas a olvidarle. El hecho de que físicamente ya no tengas a quien ha sido el amor de tu vida, no te lo puede quitar. Las experiencias que vivieron juntos; sus palabras, sonrisas, afecto, cuidados y esmeros hacia ti; son un regalo que te ha dado para siempre; son un amor que se quedará contigo por el resto de tus días.

Piensa que, a pesar de todo tu dolor, tuviste la dicha de conocer a una persona especial, la cual te amó y amaste con todo tu ser, que te enseñó importantes lecciones y te regaló hermosos momentos y recuerdos. Valora ese amor y agradécelo, porque estoy segura de que no lo cambiarías por nada, ni para dejar de sentir esta tristeza. Siéntete feliz de saber que eres la persona que ese ser especial eligió para amar y compartir su vida, y que por ello eres una persona en extremo valiosa y mereces continuar.

Una excelente manera de honrar la memoria de tu pareja es tomar la decisión de hacer algo para que dejes de sufrir. Rescata tus sueños personales y evalúa si te es posible realizar alguno de los propósitos que tenían en común. No te sientas mal si necesitas ayuda, busca el soporte de tu familia, inicia una terapia o acércate a un grupo de apoyo. Debes ser consciente de que tú ya eras alguien antes de tu pareja y sigues siendo alguien después de su muerte, la única diferencia es que ahora posees el obsequio de su amor. 

Perdónate y perdónale. Es momento de comenzar a apoyarte, de ser fuerte para ti, pues no te has quedado sola o solo, te tienes a ti, un ser maravilloso que tuvo la dicha de amar y ser amado.

Si estás pasando por un duelo y necesitas ayuda, acércate a nosotros. Inicia tu terapia tanatológica. Reserva tu cita o contáctanos para más información.