El llanto es una actividad completamente normal y natural en los seres humanos, de hecho, llorar es una de las primeras herramientas de comunicación con la que contamos desde el momento de nacer; sin embargo, al crecer, muchas veces comenzamos a juzgar el llanto como debilidad o falta de carácter. Este tipo de creencias nos limitan y encasillan en estereotipos que terminan por afectar la manera en que nos valoramos y en la que nos valoran los demás; al mismo tiempo que dificultan que validemos y expresamos nuestras emociones. 

Llorar es un acto natural y complejo, generado a partir de procesos biológicos, físicos, emocionales y lingüísticos; además, en el llanto también intervienen nuestros aprendizajes sociales y culturales; por lo que, algunas personas se permiten llorar de manera sencilla, mientras que otras tienden a evitar o reprimir el llanto, ¿cuál de ellas eres tú?

¿Qué es el llanto emocional? 

Cuando experimentamos una emoción intensa, como: tristeza, ira, alegría, entre otras, podemos sentir deseo, e incluso, necesidad de llorar; a este tipo de llanto se le llama, llanto emocional. Este ocurre porque cuando sentimos emociones de gran intensidad nuestro cuerpo experimenta estrés, por lo que nuestro cerebro busca regular dicha sensación, y una de las formas que tiene para lograrlo es el llanto. Al llorar aumenta el flujo sanguíneo y la oxigenación en el cerebro lo que genera un importante desgaste energético, razón por la cual, llorar ayuda a calmarnos e incluso a dormir mejor. Por otra parte, a nivel emocional, el llanto nos ayuda a desahogarnos y a liberar nuestras emociones más intensas.

El llanto durante el duelo

Al estar en duelo surgen emociones, sentimientos y pensamientos intensos, difíciles de comprender y sobrellevar, por lo que pueden fácilmente detonar el llanto. Si éste es tu caso no te sientas perturbada(o), es totalmente normal. 

Llorar durante el duelo puede ser muy liberador. Las lágrimas nos ayudan a externar aquello que a veces nos resulta imposible decir con palabras. Lloramos cuando no podemos hacer más, cuando hemos agotado nuestras opciones o cuando entendemos que por más que nos esforcemos, una situación no va a cambiar. Durante el duelo, generalmente, se llora de impotencia, de rabia, de frustración, de temor o angustia; porque no sabemos, o no podemos hacer nada ante la pérdida que estamos sufriendo. También se llora de dolor, tristeza o culpa, cuando se entiende que es imposible revertir la situación que se está experimentando. 

El llanto puede ser sanador, porque ayuda al cuerpo a sacar las tensiones y a liberarse de sentimientos intensos; incluso puede ayudar al doliente a descansar mejor y, a expresarse y conectarse con otras personas. 

¿Todos los duelos generan llanto?

Aunque las pérdidas suelen provocar llanto, no es una regla que deba cumplirse; es decir, puede experimentarse un duelo sin lágrimas. Esto ocurre porque el llanto es solo una expresión más ante el dolor, pero no la única. Cada quien vive su duelo a su manera y ritmo. No todas las personas sienten deseo o necesidad de llorar ante una pérdida. Sin embargo, si este es tu caso, es importante que te asegures de que no estás reprimiendo tus lágrimas, pues de ser así únicamente estarás conteniendo tu dolor y, de tal modo, podrías generarte un duelo más prolongado o complicado. 

Mitos sobre el llanto en el duelo

Hay muchos mitos alrededor del llanto durante el duelo, mismos que, de creerlos, pueden resultarte perjudiciales porque pueden provocarte, como doliente, sentimientos de culpa, vergüenza o tristeza y de tal modo conducirte a reprimir tus necesidades de llorar. A continuación mencionaré algunos de los más comunes: 

  1. Los hombres no deben llorar: Esto es un mito, ya que el llanto es una expresión natural y saludable ante emociones intensas. No importa que seas hombre o mujer, llorar te ayudará a desahogarte y liberar tu dolor.
  2. No hay que llorar frente a los niños: Es una falsa creencia suponer que al no llorar frente a los niños ellos ya no sufren ni piensan en lo sucedido. Lo cierto es que les estamos enseñando a evadir su dolor y guardarlo. Por ello, llora libremente, incluso si hay niños presentes, solo explícales que el dolor que sientes es tan grande que no puede callarse. Al no esconder tu dolor, les estás enseñando a enfrentar el suyo. 
  3. Tu llanto no deja descansar a tu ser querido: Tu ser querido ya no está en este plano, su camino seguirá a pesar de que llores o no; así que no te detengas ni pienses que le haces daño. Si te genera mucha angustia pensar que tu ser querido no puede descansar en paz, realiza obras buenas en su nombre o dedícale alguna oración o ritual, pero no te reprimas, ya que eso no te dejará estar en paz a ti. Es importante que liberes tu dolor, y el llanto es uno de los medios para hacerlo, piensa que ese ser amado que ha trascendido no desea hacerte ningún mal ni quiere que permanezcas en eterno sufrimiento debido a su ausencia, así que llora lo que tengas que llorar para que en algún momento de tu vida puedas recordarle con gratitud y una sonrisa. 
  4. Si lloras es porque eres débil: Ninguna expresión emocional es signo de debilidad, al contrario, enfrentar, aceptar y validar una emoción intensa como el dolor y la tristeza, implican gran valentía y fortaleza. 

Si consideras que estás reprimiendo tu duelo y necesitas apoyo para liberar tus emociones, busca atención terapéutica. Con un adecuado acompañamiento podrás afrontar este difícil momento y recuperar tu sentido de vida. Reserva tu primera sesión haciendo clic aquí; o lee más sobre la terapia tanatológica

duelo y llanto en hombres

Consecuencias de reprimir el llanto

Reprimir el llanto tiene muchas consecuencias negativas, tanto a nivel físico como mental y emocional. Evitar llorar impide que liberemos una carga emocional importante, misma que al quedar “almacenada” en el cuerpo, puede generar varios malestares: desde ansiedad y estrés, hasta enfermedades cardiovasculares o crónicas, como colitis, gastritis y depresión.

Considera que uno de los motivos más frecuentes por los cuales el llanto es reprimido es debido a la necesidad de sentirse o mostrarse fuerte. Esto puede ocurrir por diversas razones, como: ser hombre; tener el rol de cabeza de familia (sin importar el sexo); porque hay niños involucrados y no sabemos cómo tratarlos; porque nos da miedo enfrentar nuestras emociones más profundas; porque sentimos vergüenza de expresar nuestra vulnerabilidad.

Es probable que diversas presiones sociales, o tu simple rol familiar, te hagan sentir que en esta difícil situación, tú debes permanecer fuerte y ser el pilar que mantenga a tus seres queridos con estabilidad; no obstante, es importante que reconozcas que absolutamente todas las personas somos vulnerables ante el dolor, que merecemos expresar nuestro sentir y darnos tiempo para sanar. Debes saber que, muchas veces ayuda más quien enseña a otros a expresar sus emociones de manera saludable, que quien las reprime.

Recuerda que llorar es normal y natural, y que hasta las personas más fuertes y valientes tienen derecho a llorar. También ten en cuenta que, enfrentar tus emociones y permitirles salir es lo más saludable que puedes hacer a largo plazo, tanto por ti, como por tus seres queridos. 

¿Qué hacer con el llanto acumulado?

Si consideras que tienes llanto acumulado, necesitarás trabajar tus emociones para que puedas dejarlas fluir. Sé que este proceso puede ser muy difícil y que probablemente no lo lograrás solo por leer unas líneas al respecto, pero es necesario que comiences a intentarlo. Procura acercarte a tus emociones con respeto, amor y validación; sin presionarte, pero tampoco evadiéndote. 

Estas son algunas recomendaciones que pueden ayudarte a liberar tu llanto: 

  1. Busca un lugar tranquilo, incluso solitario, en el que te sientas en confianza para desahogarte sin que te cuestionen, juzguen o repriman. 
  2. Escribe lo que sientes, temes y piensas. Muchas veces plasmar lo que sentimos y nos perturba nos ayuda a comprendernos mejor y a aceptar emociones o situaciones difíciles de abordar. Puedes buscar ejercicios de escritura terapéutica en línea, que te ayuden a comenzar a abrirte a tus emociones.  
  3. Haz meditación. Hay muchos tipos de meditación que puedes comenzar a realizar desde casa; algunos son muy sencillos y no requieren mucho tiempo, incluso puedes buscar podcast o videos para escucharlos mientras te transportas hacia tu trabajo o escuela. 
  4. Haz oración. Sin importar cuál sea tu religión o creencias, la oración puede ser reconfortante, esperanzadora y liberadora.  
  5. Platica con alguien de confianza, verbalizar las emociones ayuda a concientizarlas y por lo tanto a aceptarlas.  
  6. Acude a terapia. Si sientes que tu dolor te está rebasando o generando problemas de ansiedad, insomnio, irritabilidad o algún otro síntoma importante, busca a un especialista. Considera que antes de acudir a terapia es necesario que establezcas un compromiso contigo y aceptes que necesitas y que puedes ser ayudada(o), ya que la terapia no es una solución mágica, para que tenga resultados efectivos requiere trabajo, esfuerzo y paciencia de ambas partes. Puedes solicitar tu primera sesión online, con nuestra especialista haciendo clic aquí

Libros que te pueden ayudar durante el duelo

Un libro es un recurso que puede otorgarnos muchos consejos, sabiduría y algunas herramientas para afrontar el duelo; además, es fácil de adquirir. Por estos motivos suelo recomendar textos que considero valiosos y oportunos. En este caso, quiero recomendarte dos títulos que hablan sobre el duelo y su tránsito: El camino de las lágrimas, de Jorge Bucay, y El mensaje de las lágrimas. Una guía para superar la pérdida de un ser querido, de Alba Payàs Puigarnau. Ambas obras me parecen un excelente acercamiento a la comprensión del duelo.

¿Cómo consolar a alguien que llora a consecuencia de un duelo?, ¿qué decirle y qué no?

Si alguien cercano a ti está pasando por un duelo es importante que le permitas llorar y  validez sus emociones. Muchas veces lo mejor que se puede hacer para ayudar a un doliente es simplemente acompañarle y escucharle sin juzgarle ni reprimirle. 

Cuando una persona en esta situación se ponga a llorar en tu presencia, consuélale; si es apropiado, dale un abrazo; dile que no se reprima, que llore lo que necesite llorar sin temor ni vergüenza; exprésale que respetas su dolor y puedes escucharle si lo desea, o simplemente hacerle compañía. 

Evita decir frases que, aunque tengan buena intención, pueden provocar sentimientos de culpa, estrés o ansiedad en el doliente, como las siguientes: 

  • Ya no llores, mejor vamos a hacer algo que te distraiga.
  • No llores, a tu familiar no le hubiera gustado verte así. 
  • Ha pasado mucho tiempo como para que continúes llorando.  
  • Llorar no dejará que tu ser querido descanse en paz. 
  • No es para tanto. 
  • Esa persona no valía la pena, ni merece tus lágrimas. 
  • Ya vendrán tiempos mejores.
  • De nada sirve que llores. 
  • Tienes que ser fuerte por tus hijos/familia.
  • No hagas drama. 
  • No seas histérica.
  • Ya sabías que esto pasaría.

Si no sabes qué decir, simplemente puedes dedicarte a escuchar sin juzgar. También te recomendamos leer: ¿Cómo ayudar a una persona en duelo? 10 cosas que debes saber para ayudar a otros a sobrellevar su pérdida.